Los bulbos son una maravillosa alternativa para llenar tu jardín de color y belleza con poco esfuerzo.
Aquí tienes algunos consejos esenciales para plantarlos y cuidarlos bien:
Los bulbos de floración primaveral ( como fresias, ranúnculos, narcisos , tulipanes entre otros ) se plantan en otoño.
Los de floración veraniega (como Lilium, gladiolos, calas, Amaryllis entre otros) se plantan en primavera.
Selecciona bulbos firmes y saludables, sin signos de moho o daño.
Busca un lugar soleado con buen drenaje. Si el suelo es muy compacto, mézclalo con arena o compost para evitar encharcamientos.
Planta los bulbos a una profundidad de 2 a 3 veces su tamaño. Deja espacio entre 5 a 15 cm entre ellos dependiendo del tamaño de la flor para que no compitan por nutrientes.
la punta debe ir hacia arriba. Si no estás seguro, planta de lado: la naturaleza se encargará del resto.
Riega justo después de plantar. Luego, mantén el suelo ligeramente húmedo, evitando el exceso de agua, sobre todo en invierno.
Usa fertilizante de liberación lenta al plantar. Puedes reforzar con abono líquido cuando empiecen a brotar.
Cuando las flores se marchiten, corta solo la flor, pero deja las hojas hasta que se sequen por completo: están alimentando el bulbo para la próxima temporada.
Si vives en una zona con heladas fuertes, puedes desenterrar los bulbos una vez que la planta se seque, guardarlos en un lugar fresco y seco, y replantarlos en la siguiente temporada.