Cuidados

Como cultivarlos

1. Planificación

La mayoría de los bulbos y plantas de bulbos requieren de a lo menos 3 horas de luz directa para una adecuada floración. Sin Embargo, hay que tener la precaución de que no les llegue calor excesivo al momento de florecer. Hay que considerar que el sol de verano es ocasiones es muy fuerte y si las flores están muy expuestas, la floracion se verá disminuida.

De una vuelta por su jardín o departamento, observe los espacios disponibles, donde quiera agregar color, o donde hay un lugar adecuado para plantar bulbos. Evaluar la luz disponible: de mañana, de mediodía, de la tarde o todo el día. Escojer según eso, las especies se darán mejor en estos ambientes. También se pueden agregar arbustos para ambiertar mejor los bulbos que se quieren colocar y podemos agregar flores de temporada para que el suelo no permanezca vacío en la espera de la brotación. Es muy importante considerar que los bulbos tengan suficiente espacio para desarrollar sus raíces sin competencia de arboles o arbustos muy agresivos.

También podemos jugar con macetas de colores vivos o rusticas, se pueden colocar en el jardín o departamento. Se pueden utilizar canastos o recipientes de greda para dar un ambiente campestre. La ventaja de los maceteros es que los podemos cambiar de posición o sacar de un primer plano una vez que finalice la floración

En general se requieren de lugares luminosos, o con sol de mañana, tratando de evitar el calor. Hay algunas excepciones que prefieren sombra como las Calas Blancas, hostas, mugguet y clivias.

2. Preparación de suelo

En primer lugar hay que remover el material vegetal existente no deseado tal como las malezas o plantas que se quieren renovar. Luego suelte el suelo en sus primeros 20 cm, dependiendo de las características del suelo, se puede agregar e incorporar: Arena: para mejorar el drenaje. Compost y humus: para agregar materia orgánica. Cal: para estabilizar los suelos con PH muy acido, Turba: Para bajar el PH en suelos muy alcalinos y para retener la humedad. Perlita: para alivianar los suelos y mejorar la oxigenación y el drenaje. Vermiculita posee los mismos efectos que perlita pero retiene más la humedad.

Los bulbos requieren de suelos con buen drenaje, y sueltos en sus primeros 20 cm. El momento de la preparación es importante porque se pueden hacer mejoras al suelo, quizás no se vuelva a remover durante un par de años. Se puede agregar varios sustratos que favorecen el desarrollo de los bulbos dependiendo de las características del suelo del lugar como: Arena para mejorar el drenaje, Perlita para mejorar drenaje la aireación y alivianar los maceteros, Compost para mejoras suelos pobres o con poca materia orgánica, Turba para mejorar la retencion de agua y a la vez proveer de buena oxigenacion.

3. Plantación

La profundidad y distancia de plantación viene indicada en cada envase , sin embargo las medidas estándar son las siguientes:

  • profundidad: colocar el bulbo a una profundidad de 2 veces su altura. Es decir si un bulbo tiene una altura de 5 cm , se plantara a 10 cm y se cubrira con 5 cm de sustrato.
  • distancia : se separan unos de otros 2 veces su diámetro: si el bulbo tiene un diámetro de 3 cm , se separa uno de otro 6 cm. Si se plantan en maceta , lo anterior no corre pues los bulbos se pueden colocar mas juntos para tener un efecto visual potente.

4. Fertilizar

Los bulbos son especies muy extractivas por lo tanto requieren un alto nivel de nutrientes. Se recomienda su aplicación en 3 etapas de su cultivo:

a) Al momento de la plantación, pues es factible localizarlo cerca de la base del bulbo. Esto es especialmente importante para abonos ricos en fósforo, porque este elemento se demora en estar disponible para la planta y es muy poco móvil.

La manera de hacerlo es en la preparación de suelo; aplicándolo en el fondo y luego cubriéndolo con una delgada capa de tierra para que no entre en contacto directo con el bulbo.

b) Otro momento clave para agregar fertilizantes, es un poco antes de la floración, de forma que estos elementos estén disponibles justo para cuando son necesarios, antes y después de la floración.

Se recomienda en esta segunda aplicación agregar un abono equilibrado con nitrógeno, fosforo y potasio

c) Después de la floración se produce el desarrollo de follaje el cual es esencial para la conservación del bulbo al año siguiente.

Se recomienda en esta tercera aplicación agregar un abono equilibrado con una mayor proporción de nitrógeno en relación al fosforo y potasio.

5. Cuidar despues de la floración

El futuro de muchos bulbos esta dado por un periodo crítico que ocurre después de la floración. Durante esta etapa todos los azúcares, proteínas y almidones que fueron usados por los bulbos en su crecimiento se localizan en el follaje. Estos elementos deben retornar al bulbo para que el proceso de síntesis de la nueva flor pueda realizarse al año siguiente. Como el follaje senescente no es muy decorativo, tenemos la tentación de cortarlo o eliminarlo pero, a menos que se quieran remover o renovar los bulbos, no hay que interrumpir este proceso.

La mayoría de las especies se pueden dejar ene l mismo lugar para que realice su proceso de dormancia hasta la siguiente temporada de brotación. También es el momento adecuado si se quieren cambiar de lugar o dividir. Para quitarle protagonismo durante esta etapa, se puede hacer una programación con los bulbos de la siguiente temporada, de modo que, cuando unos estén brotando.

6. Plagas y enfermedades

El primer cuidado básico es seleccionar bulbos sanos y de la temporada correspondiente. Hay que revisar siempre en el envase cual es la fecha recomendada para la plantación. Ademas, los bulbos deben estar firmes.

En segundo lugar, si se plantan en un sustrato adecuado, con buen drenaje y con las condiciones de luz y humedad necesarias, no debieran presentarse problemas sanitarios. Entre los problemas frecuentes están las babosas, caracoles y, muchas veces, el ataque de pulgones, especialmente después de invierno y principios de primavera.

A veces, se pueden presentar manchas en sus hojas, lo cual podría ser síntoma de un hongo. El follaje se puede tornar amarillo o blanquecino, y puede darse el ataque de trips o arañitas. A fines del verano, cuando comienzan a bajar las temperaturas y aumenta la humedad relativa, en algunas especies como las Dalias, se puede presentar en su follaje manchas blanquecinas causadas por oidio. En todos estos casos es mejor recurrir a un especialista para recibir consejo.

Otro problema que se puede presentar, es el pudrimiento por sobre riego o mal drenaje, aspecto importante a considerar.

7. Cosecha y almacenaje

La gran mayoria de las especies puede pasar la etapa de reposo en el suelo y solo será necesario cosecharlas, ya sea para cambiarlas de lugar, o bien, para separar los bulbos que se han multiplicado. Entre las especies que se recomienda cosechar y renovar anualmente está el Tulipán y el gladiolo.

Luego de cosechar los bulbos se lavan si es necesario, se separan y se sumergen en una solución con fungicida. Antes de almacenarlos hay que secarlos muy bien y se guardan en cajas o mallas ventiladas. Una alternativa excelente es almacenarlos en vermiculita, pues provee de aireación y conserva levemente la humedad. Los Lillium deben almacenarse, obligatoriamente, en turba para que no se deshidraten.